lunes, 20 de marzo de 2006

Soltera pero con compromisos

SOLTERA PERO CON COMPROMISOS

Hace tiempo que no me animaba a escribir sobre algo que realmente identificara mi realidad presente. En este tiempo no quise recurrir a los poemas como medio de desahogo, o a aquellos cuentos de literatura fantástica con personajes oscuros como los vampiros. Hoy me pregunté por qué correr a la ficción para hablar de la realidad; por qué recurrir a la fantasía para escapar de la verdad del día a día; hoy decidí que es suficiente la vida, que en sí misma tiene suficiente ficción y suficiente madera la cual tallar, es una fuente inagotable de cosas que decir. Así que hoy rindiéndole tributo a la realidad le ofrezco estas línea, un tanto egocéntricamente a la mía. Sé que no soy la primera ni la única que escribirá sobre el qué y cómo sentir luego de amar, pero intentaré guiarlos con mis emociones a ver si logro concretar algo. Les advierto que es un camino que estoy abriendo conjuntamente mientras escribo estas palabras, así que las constantes contradicciones no deben sorprenderlos, pueden recurrir a las sonrisas o a las caras de confusión, no importa sólo lean y sientan.

“Soltera y sin compromiso” dice el dicho original el cual siempre sale a relucir a partir de unos labios desesperados en buscar prontamente una nueva boca que besar. Para no caer en los mismos huecos que aquellas personas desesperadas, quienes recurren a dicha expresión como una manera de exposición y llamado de atención para el resto de la humanidad, reformulo aquella vieja expresión a mi conveniencia y a mi realidad actual, tal y como lo expuse en el título: “SOLTERA PERO CON COMPROMISOS”. Este ligero cambio de palabras implica mucho para lo que quiero decir, les habla una persona que está saliendo de una relación de dos años y medio la cual no haya donde esconder y meter todas las dudas y todos los sentimientos que le salen del interior. Refiero a soltera y con compromisos porque por primera vez en mucho tiempo tengo la oportunidad de afrontar compromisos que había estado dejando pasar y ahora más que nunca me encuentro atareada con miles de asuntos que quedaron pendientes. Son ahora importantes más que nunca los compromisos con mi familia, con mis amigos, con mi vida y primordialmente los compromisos conmigo misma. Es ahora más que nunca que requiero tiempo para mí y ahora menos que nunca tengo cabeza para pensar en otro tipo de relación amorosa, así que técnicamente sigo siendo una chica llena de compromisos que los utiliza como excusa para escapar y quizás para huir aterrorizada de cualquier tipo de relación más allá de una amistad. Hoy más que nunca soy una niña, más que nunca regreso al estado virginal de no amar sino simplemente de disfrutar de mí, de mis amigas, mis amigos y mi hermosa familia.

Es en estas situaciones, luego de terminar con un novio, tras una pelea, luego de una despedidad, etc, es cuando salen al rescate todas aquellas bellas mujeres que hacen función de salvavidas con uno, como en algún momento uno lo fue de ellas, y pretenden de una manera divertida que olvidemos todo y nos partamos en miles de pedacitos para hacer todo al mismo tiempo. Claro que son buenas intenciones, las mejores del mundo, y yo he sabido agradecerle a dios por ponerme enfrente a esas mujeres especiales en mi vida como mi mamá, mi hermana y mis amiga, pero entre las rumbas, las reuniones para hablar, los helados, los consejos, las llamadas, las películas, etc, uno nuevamente empieza a ignorar una relación importante: la de uno misma con uno misma. En medio de ese remolino tan divertido de voces de las personas que quieren ayudarte uno tiene que detenerse a escuchar sencillamente el silencio y dejar que las lágrimas rueden por el rostro porque así, en silencio y en soledad, es cuando realmente reaparece el dolor y a través de esas lágrimas empieza a disminuir la pesadez, resurgen los buenos recuerdos y renacen las sonrisas. Uno en ese resurgimiento tontamente se siente sólo contra el mundo entero y no vemos que con tan sólo un mensaje, una llamada, están en fila nuevamente tus ángeles guardianes dispuestos a ofrecerte el hombro por tercera vez en una misma semana para que desahogues, o a ofrecerte por segunda vez en un mismo día un mal chiste que te causa gracia por dos horas consecutivas. Y ves todo lo que agradeces ser una chica aún con compromisos los cuales te ayudan a mantenerte ocupada para dejar el dolor a un lado y seguir. Mis compromisos son mis mujeres (mamá, hermana, primas, amigas) y mis hombres más especiales de la vida (papá, amigos, primos) y mi compromiso principal soy yo, mi bienestar y mi sonrisa… claro que ves como necesitas retribuirle a esos compromisos todo lo que hacen por ti y no hay mejor forma que con buenos resultados por sus esfuerzos, no siendo nunca suficiente un gracias, sino una acción. Así que muchísimas gracias a mis compromisos que no me abandonan y que me permiten ser nuevamente lo que soy. Los amo.Sin dejar nunca de agradecer a ese otro compromiso que me mantuvo tan ocupada, porque siempre me hizo sonreír y me hizo vivir cosas inimaginables, también será un constante compromiso pero no para llorar, sino para recordar, vivir y reír…
Entonces sí ¡soy soltera! Pero con compromisos… Y mejor en esta situación, creo que imposible

Les escribe
Tamara Mujica Londoño =)